La oscuridad no es tan mala. Muchas más cosas pueden verse en una oscuridad preñada de significados, que en el más brillante (y vacío) de los días. La oscuridad es ella misma: no pretende ser gótica, no pretende asustarte, no pretende ocultar.

La noche es negra por naturaleza. No tiene más amigo que el silencio. Todo es puro.

Y si tú eres capaz de encender la oscuridad con tus labios o con tus palabras, entonces la noche es tu esclava para siempre. Y tú te conviertes en reina. Sobre las sábanas.

(Foto: Nine Inch Nails, "Closer")